Estamos frente a las pantallas de Globoterror...Paradójicamente, cada vez que se acercan a un centro de votación de las zonas populares, la gente, entusiasta, alaba las bondades del servicio de automatización (quizás todavía recuerde aquellos engorrosos procesos donde duraba hasta 12 horas esperando para sufragar) y espera con CIVISMO (aunque ellos, de acuerdo a otros, desconocen esa palabreja) su turno para ejercer su derecho.
Basta que las cámaras se muevan para que comience el llantén. Gerardo Blyde, recientemente entrevistado, cuestiona la lentitud del proceso a causa, según él, de las capta-huellas, especie de monstruo instalado para amedrentar a los electores. Pareciera que las bondades del sistema sólo son reconocidas por quienes en este proceso le apuestan al futuro...VIVA VENEZUELA
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